El exilio

Feliz contigo en mi "niñez" vivía,
contigo siempre imaginé vivir;
pero el cielo no oyó mi único ruego
y humana ley me separó de ti.

Capítulo XXX

El viejo fauno fue exiliado con corte marcial incluida. Se exigió su rápido retiro y desde la raíz. Que su nombre no resuene más, que sus enseñanzas sean olvidadas y que su nombre sea estigma en un cuerpo sano. Las inocentonas se persignaban, los doblecara ponían gestos de repulsión, más por miedo a que les pasara lo mismo que por recato. Fue así que salió a lo desconocido con la esperanza ilusa que la volvería a ver pronto o que el amor sería su mejor arma para seguir viviendo y el motivo para soportarlo y permitirlo todo.
Tiempo después, con el nombre por los suelos más sucios y profundos, el viejo fauno, pasó a ser la mosca en la sopa, la nube en el cielo, la cosa odiosa. Resignado, no le quedó otra que aguantar lo que seguiría llegando en pronta entrega, sarcástica y estúpida; e incluso, se vio más solo que nunca. La profecía no solo se había hecho real sino más dura de lo que contaron los viejos druidas en sus cantos rotos, en sus pergaminos vivos.
La amistad no existe más que con uno mismo y aún así te llevas en guerra con tu propio yo. Siempre lo supo y aún así confió en seres que nacieron con esa cualidad que desde su creación el creador mandó arrancar al sempiterno orfebre.
Pasarán los años y la seguirás recordando con la angustia de que la vida se le va o soñándola tan viva que al despertar no solo se habrá acabado el sueño sino que habrás vivido la burla otra vez.
¿Confiar?, jajaja. ¿En quién? Si eres la raza maldita, la peste. Las jóvenes generaciones no te recordarán, porque se les obligará a olvidar y cerrar los manuscritos que te hicieron grande en las ilustres fiestas. Se borrará tu nombre y se te otorgará otro, los peores. Pero pronto todo tendrá calma. Lo dice el principio que rige este mundo. Todo tuvo su inicio y todo tendrá su fin. Ya pronto ha de llegarte la hora de decir adiós. ¿A quién? Eso que importa. Adiós y punto. El olvido cumplirá su mejor rol...