POEMAS DE DOMINGO

A UNA GACELA
Yo no quiero amores que pasen recibos,
pero sí de los obsesivos en su forma de amar.
Tampoco quiero amores que me muestren la hora;
pero si quiero darles, a toda hora,
esta mi modesta forma de amar.
No quiero amores de ojos tristes
ni que hagan malos chistes.
Ni de los que en nuestros ratos felices piensen en comer perdices,
porque nos harán falta las horas para seguir aprendiendo a amar.
Tampoco quiero amores ajenos que son como los de los gatos…
hechos a prisa y por ratos.
Ya no quiero amores que bese sus labios sólo en sueño;
sino quiero de aquellos que den pesadillas,
aunque me sean… ajenos.
Ya no quiero mundos sutiles,
ni mentiras verdaderas;
amo los amores febriles
que rato a rato, como gata salvaje, me das.
Y aunque ya no quiero esos amores
debo aceptarlos, pues los sudores malgastan
el líquido elemento que sale por todo mi cuerpo como el chorro de esperma dejando un pene muerto